¡Hola, papá! ¿Cómo estás? Espero que bien. Por aquí todo tranquilo. Ya sabes cómo son mis días últimamente. Un continuo no parar que me deja exhausta cuando llego a la cama a dormir. Con lo que nos costaba a ti y a mí conciliar el sueño y la de noches que nos cruzábamos por el pasillo a las tantas de la madrugada para intercambiar sonrisas, besos o una cariñosa palabra. Sigue leyendo El duende de la suerte, el ‘calvo’ de la Lotería y otras historias prenavideñas