¡Hola, papá! ¿Qué tal estás? Yo en casa. Me he despertado hace un ratito. Ya he desayunado. Temprano, como siempre.
Anoche hice una foto del cielo de Salamanca. Tenía magia. No sé exactamente si es la palabra correcta. Pero es verdad que hacía tiempo que no lo veía así.
Tenía una parte completamente azul y otra cubierta de nubes de algodón. Extraño, pero hermoso. Impactante, en cualquier caso.
Viéndolo, para variar, eché de menos tu mano sobre mi hombro para admirar juntos como hicimos siempre. Pero con eso y con todo, hice la foto.
A esas horas la gente ya estaba en la cama o haciendo algo relajante. Yo no. Ya sabes que soy animal noctámbulo y no creo que cambie de momento.
En realidad ni de momento ni nunca. Es mi manera de ser.
Tanto como ver la ciudad completamente vacía y sola. Con lo que era Salamanca,pero las circunstancias obligan.
Es 27 de enero ya, peque. Lo que significa que llevamos un mes de 2021 y la situación de la pandemia, lejos de mejorar, está consiguiendo, de nuevo, más restricciones.
Y cada día piensas: ¿Terminará algún día este mal sueño que estamos viviendo? Pero luego ves las noticias y piensas que lo mejor es dejando pasar el tiempo.
Aunque sea duro. Lógicamente. Bueno, pituco. Te dejo por hoy. ¡Cuidate mucho y cuida de mi princesa! ❤️