Hola, papá. ¿Cómo estás? Yo realmente agotada. Ayer me di un amplio paseo de 23 kilómetros. Y hoy, lógicamente, toca pagar sus consecuencias.
Camita, manta y desayuno ligerito para empezar este viernes 13. Al final no deja de ser un día más, aunque parece que tratándose de 2020, cualquier cosa puede suceder. Esperemos que nada.
En uno de mis paseos, me detuve un instante en el escaparate de una librería. No te vas a creer cuál tenían en primera línea del escaparate.
Pues si: “La historia interminable”. No sé si fue casualidad o es que el librero piensa como muchos. ¡Cuándo tendrá final esto! Eso sí. Sin prisa y sin atropellar la razón.
Lo primero es que la pasemos todos bien. Luego ya vendrá la época de divertirse, de celebrar, de abrazarse, de volver a sentir la sensación de una mano que tome la tuya, de una caricia. De todas esas buenas costumbres que se han ido perdiendo con el tiempo.
Y que volverán con más fuerza. De momento no hay fecha, pero volverán.
Ahora empiezan las motos. Una maratón de seis horas de ruedas, pero como sé que no te gustan, ni te lo recuerdo.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy. ¡Cuídate mucho y cuida de mi princesa! ¡Os quiero! ❤️