
¡Hola, papá! Te siento feliz. Feliz y libre. Libre como las gaviotas que esta mañana sobrevolaban por la playa de Deba, tu primer mar, el que cautivó por su infinita belleza y dejó preso tu corazón. Sigue leyendo ¡Vuela alto! (el día en que Nacho volvió a Santa Catalina para quedarse en su mar)