¡Hola papá¡ Hoy está un día simplemente radiante. Yo creo que son esos ojos grises tan hermosos que iluminan la ciudad, porque ayer estuvo aquí, y no lo hacía desde el 2 de mayo. Fíjate. ¡Cuánto tiempo!
No te voy a decir que estaba guapa; supongo que lo difícil es que estuviera fea. Pero aunque sabemos que nos estábamos viendo desde arriba, nos hicimos una foto que te dejaré en tu ordenador para cuando lo abras.
Estaba afectada. No podía imaginarse tampoco venir a Salamanca y no verte. Compartimos casi 2 horas de tertulia. En el Cava, donde la viste por última vez.
Y aunque tú mejor que nadie sabías su debilidad por el vino de ‘Marqués de Cáceres’, como se quedó en el armario de casa, tomó un caña de cerveza en copa. Exactamente igual que ese dos de mayo. Estuvimos hablando de tu inmensa obra literaria, que ella conocer mejor que yo porque le encanta devorar libros, y los tuyos los recuerda todos, pero recuerda con especial cariño ’28 de diciembre’
En el fondo las dos te sentíamos ahí, a nuestro lado, sentado en tu taburete, con tu vino y una sonrisa gigante.
No podía ocultar su orgullo por haber conocido a uno de los escritores que más le había entusiasmado, y se daba cabezazos, como todos, de que sigan durmiendo el sueño de los justos. Ya le dije que tenías uno en la Diputación esperando a ver si se publica, pero de momento seguimos sin noticias.
Cotilleando Facebook, que te recuerda lo que hacías cada año, me recordó que hace 365 días te las estaba preparando para merendar. Ya hace casi 4 meses que ese horno no se enciende. Mi receta mágica del hornazo también te la metí con mi corazón en la caja de madera.
Por cierto, papá, ¿te acuerdas que teníamos un grupo de Whattsapp de ‘Los piscineros? donde estaban todos tus colegas de Tejares. Ayer lo eliminé. En un mes y medio no he recibido ni una llamada ni un mensaje ni de apoyo ni de recuerdo. Creo que al final o no eran tan amigos o sólo te apreciaban a tí.
Te dejo mi vida, que hoy con lo que te he contado y la foto ya sé que vas a estar supercontento. Y como nunca te gustó el fútbol, no veas el tiempo que ahorro contándote lo que ha hecho tal o cual equipo.
Recuerda una vez más, aunque sea muy pesada, que te quiero con locura y que sueño con ese abrazo infinito cada noche.
El Lazarillo de ojos grises 
Patri, gracias por una entrada tan cariñosa. Este blog es entrañable. La verdad es que no puedo decir mucho porque la muerte de las personas que queremos no terminamos de asumirla y me entristece saber que ya no está en Salamanca. Salamanca sin él. A pesar de que la muerte sea una parte de la vida. Y a pesar de que lo único cierto que tenemos entre manos desde el momento que llegamos es que nos vamos a marchar. Por eso, y después de unas cuantas partidas de personas queridas, he terminado por querer creer que la muerte no es el final y que nos volveremos a ver. Nuestras almas forman un grupo que se ayuda y estamos siempre juntos de la forma que sea. Un abrazo muy grande, Patri.
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Gracias, Mónica ♥️
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